EL AMADO ARCANGEL MIGUEL
DESEAN SER MIEMBROS DE MIS LEGIONES?
21 de Febrero de 1982
Buenos días! La mayoría
de ustedes saben que Yo, Miguel el Arcángel, soy el Defensor de la Fe en Dios.
Quiero
que sepan que Mi privilegio es el Servicio a la Vida, y sé que se unirán a Mí
en ese servicio. Deseo decirles que la Poderosa Señora Astrea es muy importante
para esta actividad. A través de todo el tiempo conocen al Arcángel Miguel (Mi
humilde Ser), no olviden el servicio de la Poderosa Astrea...
¿Qué significa
el "Defensor de la Fe"? Defensor, Protector de todo lo que No es de
la Luz. Entiéndanme cuando digo, "Defensor, Protector de todo lo que no es
de la Luz", y al hacerlo harán justamente lo que Yo hago con Mi Espada y
con el Círculo y Espada de Llama Azul de la Poderosa Astrea - rodearlo todo con
una pared invisible de Luz y dentro de esa pared de Luz uso el Fuego Sagrado,
desintegrando todas las causas y núcleos duros, actividad rocosa de
imperfección. ¿No seria agradable viajar en este Planeta Tierra sabiendo que
están caminando con la protección de la Luz?
No piensen por un momento que Yo,
de ninguna manera niego la actividad de invocar la protección, individualmente
y para sus propias familias, por el contrario, este día la Poderosa Astrea y Mi
humilde Ser, comandando la actividad, estamos viajando a través de todos los
Planetas y Esferas de actividad —viajando, elevando hacia arriba, absorbiendo
dentro de la perfección, ascendiendo la Luz hacia dentro del Cosmos para
aumentar la Luz de esta dulce Tierra. En esta actividad, si Mis expectativas
son sobrepasadas, puede tomar lugar la más extraordinaria perfección.
¿Desean
ser miembros de Mis Legiones?, todo lo que se requiere es un deseo de corazón
para hacer de este Planeta la perfección que la Tierra está destinada a ser.
Entren diariamente dentro de la Llama de sus corazones, penetrando Mi
radiación, sabiendo que tienen el poder dentro, y si desean servir conmigo, no
de "esta" o "aquella forma" sino con la fuerza y el poder
de Dios dentro, hagan un voto silente.
Les daré un momento para absorber lo que
verdaderamente-les he dado...
Revista La Palabra,
LAINEC, Junio 1982 Pág.11 -extracto-
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