LA AMADA MADRE MARIA SOSTENGAN LA IMAGEN DIVINA DE USTEDES MISMOS

LA AMADA MADRE MARIA

SOSTENGAN LA IMAGEN DIVINA DE USTEDES MISMOS

El Puente, marzo 1954

          Se les ha dicho, y ha sido, que están hechos a Imagen y Semejanza del Mismo Dios. Mirándoles veo esa Imagen, y es HERMOSA en extremo. Todo lo que tienen que hacer es aceptarla, y luego abrigarla con toda la fuerza y vitalidad de su ser. Les ayudaré!

          Luego cuando ese Concepto de su Imagen Divina surta efecto en sus sentimientos sabrán que es una mentira experimentar la vejez, desintegración, enfermedad y muerte. No tiene lugar en el Universo de su Padre, o en el de ustedes - Su honorable hijo o hija - y manifestarán, como hice Yo, esa Perfección y cumplirán su misión con honor.

          Ahora bien, ustedes dicen, “Si. Pero hay un sentimiento de la apariencia de vejez, y diversas cosas." ¿No tratarán ustedes por favor, diariamente, justamente de sacar esos conceptos de su mente?, justamente como se quitarían los vestiduras externas que han llegado a estar sucias y afligidas, haciendo un RITUAL de aceptación ustedes mismos con todas las facultades de su Naturaleza Divina, de su visión, de su audición, de su belleza de forma, de su fuerza y energía inagotable, y luego del poder Divino y maestría del Fuego Sagrado para liberar a su prójimo!

          Ese es el Concepto Inmaculado, y a medida que sostengan eso dentro de ustedes mismos, vigilen sus sentidos porque ellos les reportarán a ustedes una y otra vez, nuevamente aquello que no es cierto. Con toda la dignidad de su ser recuérdenme, y digan “¡NO, NO ES CIERTO! No aceptaré que el Dios que me hizo y que me ha sostenido a través de las eras me ha diseñado así!” Al principio requerirá de un esfuerzo repetido, pero si persisten, comenzarán a obtener una realización gozosa en sus sentimientos de su Ser Crístico.

          ¡OH, TRABAJAR CON LA IMAGEN DIVINA ES TAL EXPERIENCIA FELIZ! Trabajar con la suya propia es una alegría, pero quiero que tengan Nuestro SENTIMIENTO trabajando con la Imagen Divina de otros.

La Madre María

Revista La Palabra, LAINEC, Abril 1991 Pág.12  -extracto-