martes, 7 de noviembre de 2017

LAS PUERTAS EN EL SENDERO DE LA VIDA


Siguiendo los pasos de la vida de un niño, verán que el niño pasa por muchas etapas de orden sucesivo hasta el estado adulto en que el hombre o la mujer está realizado. Estas etapas del desamparado in­fante, del niño pequeño y del adolescente son como 'las puertas de en­trada en el sendero de la Vida a través de las cuales el alma es impul­sada, en una secuencia ordenada, a fin de llegar a experimentar la mayoría de edad, la madurez total. 'El Orden es la Primera Ley del Cielo' y hasta Jesús pasó a través de estas variadas entradas antes que se produjera en Judea la Manifestación de Su Cristo.

En una forma similar el alma, en su evolución a través de la materia y en su retorno al Seno del Padre, debe pasar a través de ciertas etapas externas preparatorias para llegar a su total Identi­dad de Dios. La Humanidad del Planeta Tierra, en el momento pre­sente, está toda (o la mayor parte) en el estado de la personalidad, y la próxima puerta abierta para ellos es la Conciencia Mental Supe­rior, o en el Cristo. Por medio de los mismos ímpetus que conducen cada infante a la madurez, así cada corriente de vida sobre el Pla­neta Tierra evolucionará hacia esa Conciencia Superior en su pro­greso hacia la Divinidad.
Contestando sus pensamientos; (Muchos de esos infantes nun­ca alcanzan la madurez y pasan a través de la disolución del cuerpo al final de un Tramo Terrenal completo con la misma deficiencia in­fantil de desarrollo). Yo les digo que esto es cierto; y que al igual es verdad en cuanto al desarrollo espiritual. Algunas avanzan con más lentitud que otros, pero la meta eventual y la culminación de 'cada experiencia de vida es lograr una madurez mental, emocional y físi­ca en una forma carnal y lograr ser el Cristo a través del crecimien­to del alma. Debido al factor del Libre Albedrío y de las experien­cias Kármicas, no todos pasan a través de la puerta al mismo tiem­po, pero esa puerta es la meta hacia la cual toda corriente de vida es impulsada, consciente o inconscientemente; y la expresión del Cris­to está tan ordenada de antemano para cada alma perteneciente al Planeta Tierra, como lo están las hojas del roble, ordenadas de ante­mano en forma y color, antes que la bellota encuentre anclaje en la tierra.

Eso que has llegado a conocer como el Santo Ser Crístico es 'una actitud de Conciencia' de pensamiento y sentimiento.
Si Uds. cultivan una actitud contemplativa hacia la Expresión del Cristo, 'no como algo visto en otros', sino como algo actuando a través de Uds. mismos, Uds. abrirán la puerta hacia más y más de Su Esencia para que se eleven dentro de esa UNIDAD con el Poder del Bien con el cual todo desea expresarse.
El Espíritu Santo Cósmico

Fuente: Folleto INEC “Las Pautas Principales para la Verdadera Vida de la Familia” Pág.40


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