EL AMADO EL MORYA
EL CONTROL DEL PODER PRECIPITADOR
Lo que la humanidad debería desear no
es el uso del poder precipitador sino el control del poder precipitador que ya
está, desafortunadamente algunas veces, en su uso y bajo la dirección de su
libre albedrío mal guiado con frecuencia.
¡Cuántas almas confundidas precipitaron
un argumento, una crisis, aún una guerra!
El hombre debe llegar a estar quieto
lo suficiente como para darse cuenta de lo que debería precipitar y luego aprender
como usar sus facultades maravillosas de pensamiento y sentimiento para
gobernar no sólo la cualidad sino la forma de su precipitación.
Entonces se convierte en Maestro de
la energía, estableciendo causas cuyos efectos precipitados en su mundo y asuntos
serán placenteros, armoniosos, y de beneficio general para la vida.
Revista La Palabra, LAINEC, Enero 1992 Pág.10
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