lunes, 22 de febrero de 2016

AMADA MINERVA: 

LA SABIDURIA ILUMINADA 


Diciembre 1988
Para seguir la Llama de la Sabiduría Iluminada ustedes ne­cesitan BALANCE en sus cuerpos físico, etérico, mental y emo­cional. Un hombre que esté desequilibrado está limitado. No importa cuan avanzado pueda parecer ser, él no alcanzará la ribera de la Verdad Máxima con tal limitación. El hombre ne­cesita balance entre la cabeza y el corazón... balance entre el poder y la sabiduría.... balance entre la actividad y el descanso. Un hombre sin tal balance puede entrar en un sendero espiritual, pero no puede nunca avanzar a lo largo de éste. El centro de toda vida es el ritmo, y el ritmo crea el balance.

          Para llegar a conocer el Ser Fuera, ustedes necesitan toda la sabiduría mundana que han adquirido durante años. Esta sabiduría no es una sabiduría aprendida de la palabra escrita, sino que es una sabiduría aprendida de observar el libro de la vida, escrita en los ojos de cada niño, en cada hoja sobre un árbol, en cada estrella en el cielo, y en cada rayo de sol... escrita cla­ramente en todo lo que es.

¿Pero qué de la INOCENCIA total? ¡Ustedes pueden llevar su sabiduría al mundo fuera, a su propio universo, pero no traten de presentar esta sabiduría delante de Dios!

Cuando se arrodillen delante de Dios en el altar de su corazón, arrodíllense allí con INOCENCIA. Dejen su sabiduría afuera, y arrodíllense despojados para que puedan convertirse en un Santo Grial. Olviden todo lo que el mundo les haya enseñado, y suelten completamente el ego personal. Arrodíllense allí, en su corazón sin motivo, ni expresión, en total INOCENCIA, para que Dios pueda llenar su Ser de la Paz que sobrepasa el en­tendimiento de la mente humana.

Revista La Palabra, LAINEC, Enero 1989 Pág.13

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