EL AMADO ARCANGEL RAFAEL:
LA GRAN AUTO-ENTREGA
El Puente, noviembre 1957
Amados seres, ustedes son serios, son honestos, son sinceros y son
desinteresados (piensan) pero todavía tienen que aprender la gran auto-entrega
que es el “santo y seña” del Quinto Rayo en el cual sirvo. El servicio de este
Rayo requiere de cada hombre y mujer verdaderamente consagrado el estado de
“gracia para escuchar”. Deben aprender, amados seres, a aceptar una diferencia
en su patrón de levantarse, de dormir, de comer y vestirse y estar siempre listos - como los Seres
Desinteresados. Se les ha dicho que los hijos de Shamballa no tienen lugar para
asentar sus cabezas (lo que realmente significa, no “establecer sitio” para
vivir).
Los Hijos de Shamballa son
aquellos que son tan libres emocionalmente de lazos y obligaciones familiares;
tan libres mentalmente de los patrones concretos de la vida diaria, tan libres
etéricamente de los resentimientos y rebeliones contra el cambio de un patrón y
tan libres físicamente a través de las disciplinas del ser físico, que los
vehículos pueden responder alegremente y ser movidos de un lugar a otro en el
gran servicio a la Tierra - tanto como el Maestro pueda requerir un vehículo
físico como un centro magnetizador en un instante dado.
Ahora bien a través de todas
las centurias hemos tratado con seres no ascendidos que, primero que nada,
tienen karma sin ser transmutado del pasado; segundo, tienen una gran cantidad
de lógica y razonamiento y ellos tienen que pensar sobre y ponderar la razón y
eficacia de un movimiento hasta que el momento Cósmico ha pasado y la Gran
Corriente Cósmica que hemos tratado de anclar a través de tal ser, se ha ido a
otra Galaxia…
A medida que ustedes pasan por el curso de los años, sus
vehículos físicos llegan a “establecerse” en un patrón que es el resultado del
uso de su energía (vida) ¡Cuando ese patrón es cambiado, el vehículo físico y
el Elemental del Cuerpo no son siempre respondedores, aunque la Luz de sus
corazones lo es!
Ahora les envuelvo en la
radiación más poderosa de la Madre María y con Mi Amor -dándoles gracias por
haber sido flexibles lo suficiente como para asistirnos hasta ahora.
Revista La Palabra, LAINEC, Abril 1994 Pág.7 -extracto-
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