EL AMADO MAHA CHOHAN: 

LA PRUEBA DEL SENTIMIENTO

El Boletín, 1 de abril de 1957

     

     Existen varias puertas para una conciencia individual, y una de las más peligrosas es la mente externa que es como una placa fotográfica. 

  Esta mente externa constantemente alimenta la conciencia con verdades, medias verdades, y con disparates. Esta mente externa es un instrumento provisto por la Vida mediante el cual el Santo Ser Crístico tuvo la intención de dirigir el proceso de evolución. Ha llegado a estar tan gruesa y densa que las vibraciones desde la Presencia y los Maestros Ascendidos no siempre se registran sobre ésta, sin embargo las sugerencias discordante externas desde lo visible e invisible se registran constantemente en ésta, lo cual establece una condición de confusión y aflicción en la conciencia externa.

     Una manera simple de saber cuál fuerza está usando la mente externa es la prueba del SENTIMIENTO. Si el Ser Superior, los Maestros, Ángeles o Devas de la Naturaleza están actuando sobre la mente, los sentimientos serán pacíficos y sosegados y estarán llenos de buena voluntad, y la conciencia absorberá ese Estado de Conciencia Maestra Ascendida y ellos llegarán a ser UNO. 

     Cuando la mente externa está infeliz, rebelde, crítica y afligida, la conciencia está absorbiendo una entidad separada y está siendo alimentada por las sugerencias destructivas.

     Estén siempre alertas, queridos seres, a la protección de la mente del peligro de las fuerzas invisibles. El hombre no tiene un concepto del poder de su propia individualidad para mantener una entidad en medio de las miles de toneladas de energía en torbellinos que fluyen constantemente en la atmósfera inferior de la Tierra; sin embargo desde esa diminuta corriente de fuerza electrónica que fluye hacia el corazón del hombre y que anima su cuerpo, existe suficiente presión de Luz para mantener aún al hombre no despierto impulsado desde dentro hacia un punto en donde él esté capacitado para buscar, aunque lentamente, el curso natural de su evolución. Este es uno de los grandes milagros de la evolución.

La Carta de Shamballa, 10 de abril de 1995 -extracto-