EL AMADO SAINT GERMAIN: 

¡SU PRESENCIA NO PODRIA FALLAR - JAMAS! 

5 de Julio de 1936

          No importa cuán frágil su forma humana, no importa cuan humilde se sientan – con la llamada seria a la Poderosa Presencia “YO SOY”, el Gobernador del Universo – liberan extraordinario poder a la acción, para hacer Su trabajo perfecto entre la humanidad.

          Dense cuenta, Oh amados seres,  la glorificación de la Tierra y la humanidad está a la mano. Ustedes son tan privilegiados de ser uno de las vanguardias en la invocación de esta poderosa Liberación. ¡Piensen en lo que es su privilegio hoy, Oh, amados hijos de la Luz! Un privilegio, pueden creerme cuando les digo, no conocido durante muchos cientos de siglos?

         Verdaderamente, con el conocimiento de su Presencia, ustedes son hijos de la Luz, con un poder invencible pulsando en sus corazones. Pueda recordarles de nuevo que cuando llamen a su Poderosa Presencia “YO SOY”a la acción, sepan sin reserva o interferencia que Esta se mueve a la acción y ejecuta el servicio. Toda oposición humana, discordante o aparente, se disuelve y desaparece delante de la arremetida de esta poderosa energía desde la Presencia, vertiéndose dentro de su mundo a su llamada para realizar cualquier servicio dado. Nada en el Universo puede decir nada a esta Poderosa Presencia. Traten de sentir ese sentimiento dominante sostenido para siempre dentro de ustedes. ¡Su Presencia no podría fallar – jamás! ¡Su llamada no podría fallar! y si parece hacerlo, pidan a su Presencia sacar de ustedes – INSTANTANEAMENTE – lo que parezca ser la oposición, al flujo todo-poderoso de Su energía para ejecutar Su trabajo perfecto, en, a través y para ustedes. No hay nada en el mundo externo que la Presencia no pueda hacer. Sus hogares pueden ser cambiados con la Presencia y Poder de tal Amor Divino, que silenciará toda discordia y pondrá su mundo, sus hogares dentro del amoroso Orden Divino. Nunca se desalienten, si su aplicación no parece aún cumplir su requerimiento. Continúen serena, seriamente. Entonces de repente, verán la supuesta pared derribarse, y delante de ustedes estará el logro que requieren.

Revista La Palabra, LAINEC, Mayo 2005 Pág.15 -extractos-