jueves, 28 de julio de 2016

EL HOMBRE ES UNA PRESENCIA PRECIPITADORA  

El Puente, junio 1960

El Amado Hilarión: 


          ¡La naturaleza del Ser del hombre es precipitación! ¡La actividad natural de su Vida es precipitación! A través de los miles de poros en su cuerpo existen constantemente corrientes de energía electrónica fluyendo que se precipitan hacia el uni­verso alrededor de él. Aún mientras el hombre duerme, sale de su cuerpo Inanimado una radiación que es una precipitación de la sustancia de su corriente de vida hacía el universo.

Para el hombre es una parodia luchar para adquirir el Po­der de la Precipitación, porque no existe un momento, despierto o durmiendo, de día o de noche, en que aún el ser humano más ignorante e ingobernable no esté precipitando. Las fuerzas de los cuatro elementos precipitan y aún el reino animal despide una radiación. Por lo tanto, el principio fundamental a ser aprendido no es COMO PRECIPITAR sino QUE! Se ha dicho que un día el hombre entenderá el Rayo Precipitando que es una actividad de su ser.

El hombre ha precipitado desastres y limitaciones además de todo tipo de dolencias de la carne y de su mente, emociones y medio ambiente. El puede precipitar un argumento sin ningún esfuerzo. Por lo tanto, podemos ver que el hombre TIENE el poder de la precipitación, pero no ha aprendido a usar el poder de una manera constructiva.

Sosteniendo la visualización de su conciencia como siendo la suma total de los pensamientos y sentimientos en su Copa, vemos que la energía pura precipitada a través de la conciencia individual se convierte en una manifestación de los diversos pensamientos, sentimientos y emociones internas.

Para precipitar conscientemente, uno debe cambiar la cali­ficación de la energía dentro. Ustedes podrían usar: '"YO SOY" LA PRESENCIA PRECIPITADORA EN ACCION, precipitando Per­fección en mi mente, cuerpo, ser, mundo y asuntos"; y también, "YO SOY' EL USO MAESTRO ASCENDIDO del Poder de la Precipitación".

Si las máquinas que están siendo preparadas fueran libe­radas y los estudiantes pudieran ver la energía electrónica pre­cipitada a través del cuerpo aún en el gesto más casual, ellos se darían cuenta de su Poder Divino. La Precipitación no es un Poder que no ha sido conferido - es un Poder que está en uso constante, pero sin gobernar excepto por el Santo Ser Crístico y es el Plan Divino que todos los hombres manifiesten Perfección a través del uso consciente de esta facultad.
El Amado Hilarión

Revista La Palabra, LAINEC, Julio 1997 Pág.19

No hay comentarios.:

Publicar un comentario