jueves, 18 de agosto de 2016

LA AMADA INMACULATA: 

EL USO DEL HABLA 


El Puente, junio 1961
¡La palabra, el uso del habla se dio a cada ser auto-consciente para crear una Copa, para invocar la Vida Elemental para llenarla con el sentimiento y manifestar una cosa de belleza que tenga razón de existir para siempre! ¡El poder de la palabra, de los mismos labios, son únicamente para crear AQUELLO que esté de acuerdo con la armonía y belleza de la vida, y muchos hombres que están mudos hoy, sufren por el uso prolífico de la vida a través de palabras desconsideradas y crueles!

¿Cuántas palabras pronuncian cada día que cuidarían de ver condensadas en su aura para que cada hombre que mirara sobre ustedes pudieran contemplarlas? ¿Cuántas palabras que pronuncian desearían tener inmortalizadas como una parte de la herencia de su vida con su nombre escrito a través de ésta? ¡Sin embargo, el reino psíquico y astral está lleno de formas creadas por tales palabras!

¡La lengua usada como el látigo, la lengua usada como el instrumento de indignación de la auto-rectitud! La lengua usada para plantar núcleos de veneno que harían que crezca una cose­cha en otra conciencia y mente que estuviera totalmente inconsciente de tal imperfección (factor contribuyente de las energías de sus propios labios y lengua) no escogería conducir lo que uste­des sentirían dentro del mundo del otro.

¡NO HABLARAN EN LA PRESENCIA DE DIOS AQUELLOS CUYA LENGUA NO HAYA PERDIDO YA EL PODER PARA HERIR!

¡El habla, el uso de la energía de vida en la creación de for­ma, solamente se entenderá cuando la Ley Nos permita materiali­zar delante de ustedes, las palabras que se escapan tan descui­dadamente desde sus labios!

Cada palabra que pronuncia un Maestro, cada palabra que pasa por Sus labios se convierte en un Ser Angélico, animada in­mediatamente por la vida consciente en forma alada, aumentando las grandes legiones de Ángeles y elementales, vestido con vesti­duras de Luz, moviéndose donde quiera a través de lo universal. ¡Se puede decir tanto del hombre!

¡Yo soy el corazón del Silencio, y ustedes quienes disfrutan la combinación de sus energías en decretos magnificentes, verán manifestaciones cuando precedan su aplicación entrando al Salón del Trono de su propio ser, parándose delante de la Presen­cia de su Dios viviente, llegando a ser uno con Esta, luego en el centro de ese Ser, usando el aliento de vida cargado con la con­ciencia del Ser Divino y dirigiendo esas energías con ese balance - ocurrirán las manifestaciones!

Revista La Palabra, LAINEC, Enero 1999 Pág.8 -extracto-

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