EL AMADO ARCANGEL MIGUEL:
El Silencio y la Paz No Son Letargo
El Puente, febrero 1958
Algunas veces toma un prodigio real estimular las energías constructivas del cuerpo etérico - de lo contrario el ser externo permanece no impresionado. Por ejemplo, el Sol sale cada día sin ruido y también se pone; su Primavera viene y las hojas y flores se abren muy silenciosamente; su cosecha llega a la existencia sin ruido y la humanidad justamente acepta todo esto como cosa rutinaria.
Sin embargo,
si el Sol saliera cada día con un gran rugir como un trueno y si en su
Primavera cada flor estallara con un sonido u otro que pudiera ser oído por
todo su hogar además de su jardín, pienso que quizás la humanidad sería mucho
más conocedora de la magnificencia de la primavera. Así que las grandes
actividades Cósmicas de purificación y protección que han estado sucediendo en,
a través y alrededor desde el propio corazón del planeta hacia arriba a través de Su
sustancia y de todo lo que vive sobre Este - no sólo a través de aquellos
encarnados sino a través de aquellos que también pertenecen a la Tierra quienes
están ahora en los Niveles Internos, fuera de la encarnación en este momento.
En virtud de que las cualidades de la
Llama Azul del Primer Rayo son tanto Fe como Protección, esta radiación hoy
está anclándose en, a través y alrededor de todo lo que contacte asistiendo en
la habilidad para aceptar la Verdad de la bondad innata de Dios; en la
aceptación de la realización de que toda discordia y mal de todo tipo son
creados por el mal uso humano de la vida y que esta Llama está también sacando
del error a la conciencia de la humanidad de cualquier aceptación de que un
Dios bueno y amoroso podía o infligiría sobre la humanidad o sostendría
cualquier tipo de mal como un castigo para cualquiera o para todas Sus
creaciones.
Decreto esto ahora: La humanidad deberá
aprender a conocer a Nuestro Dios Bueno como un Padre del Amor y Misericordia
más tierno y ellos serán grandes lo suficiente como para tomar sobre sus
propios hombros la responsabilidad por la vida mal calificándose - reconociendo
honestamente que las experiencias y sufrimientos destructivos que ellos algunas
veces soportan son el resultado y retorno de su propia magnetización voluntaria
y mala calificación de la vida. Entonces la humanidad cesará de aceptar como
la Voluntad de Dios la enfermedad de mente o cuerpo, la vejez, los males y la
desintegración de la carne y todas sus ramificaciones acompañantes de
imperfección. ESTAS APARIENCIAS NO SON LA VOLUNTAD DE DIOS, porque Su Voluntad
es paz, pureza, felicidad, salud, suministro ilimitado de toda cosa buena - sin
una sombra nunca de aflicción de ningún tipo.
Revista La Palabra,
LAINEC, Setiembre 1992 Pág.5 -extracto-
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