EL AMADO MAESTRO ASCENDIDO JESÚS:
UN AURA DE PAZ
El Puente,
agosto 1967
Amados Hijos del Padre,
no puedo decirles cuan hermosa es la experiencia consciente de la energía
controlando a través de un aura de PAZ. Esta era la fuerza de Mi Ministerio,
el corazón de Mi Curación, y la propia alma de Mi Ascensión.
Hace muchas centurias -
sobre una colina cubierta de verde, debajo de un cielo azul claro, Me senté y
observaba a las capas blandas de nubes movidas por el viento y a los rebaños de
ovejas pastando sobre las laderas de las colinas - se Me permitió, por la
Gracia del Todopoderoso, desarrollar el glorioso Poder sostenedor de la PAZ.
Verdaderamente la Paz es un Poder, una unción la cual calma y cura, no sobre la
superficie sino dentro de lo más recóndito del ser de alguien.
Cómo
el mundo hoy requiere los Regalos de la Paz. No la Inercia o letargo sino el
alerta y la confianza vigilante que llega cuando alguien ha encontrado Paz
dentro de él mismo, entre todos sus vehículos y su intelecto, entre las fuerzas
de la Naturaleza y su Divinidad. Y tal ser entonces se convierte donde quiera
que se mueva en una Presencia Comandando Paz y calmando a toda Vida, al humano
y al reino animal también.
Recientemente he
llegado a estar informado que muchos de Nuestros chelas han dado los pasos en
la dirección de dispensar ese glorioso Atributo Divino de la Paz, a través del
poder real comandante y silente el cual es siempre el control de la energía
victorioso, y el cual es una razón verdadera para la existencia. Vengo hoy
para bendecirles por este Desarrollo Espiritual. ¡Gracias!
Revista La Palabra, LAINEC,
Julio 2001 Pág.15
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