EL TEMPLO DE LA RESURRECCION
En el Cercano Oriente, brillando en los éteres pulsantes sobre la Tierra Santa, se encuentra ubicado el Templo de la
Resurrección, cuya Llama Inmortal de
la Restauración y Resurrección está guardada y protegida por los
Maestros Ascendidos, Jesús y Su Madre, María.
La Acción de la Llama de la Resurrección
es la de acelerar la acción vibratoria de la Luz de la Vida
dentro de las células del cuerpo, haciendo
capaz a la Luz Interna para quitar la apariencia de la limitación y dar
a conocer "la Gloria que tuvo con el Padre antes de que el mundo fuera". La sustancia de la Llama
de la Resurrección fluye a través de
los cuerpos internos de aquellos quienes la invitan, así como también a través de la misma estructura
de la carne.
Esta acción vibratoria de la Llama
de la Resurrección es controlada por aquellos Hermanos y Hermanas
que viven dentro del Templo de la
Resurrección y dirigen esa Llama a través de los cuerpos físico, mental, etérico y emocional de los
neófitos en respuesta a sus invocaciones individuales, debido a Su tremendo
Poder para ser liberado a través de
ellos y otros a su llamada.
Desde el Corazón del Templo donde el
Fuego Blanco de la Llama de la Resurrección pulsa como un gran Lirio Blanco,
los Ángeles Devas y las Huestes de Querubines y Serafines de la Resurrección están
absorbiendo constantemente Su Sustancia hacia dentro de Ellos Mismos, y luego
salen afuera bajo la dirección de los Maestros quienes están encargados de la
dirección de los Rayos de Luz.
Como todos los talentos y virtudes,
se puede invertir el uso del Poder de la Resurrección, El Hombre lo usa muchas
veces en recordar memorias de naturaleza desagradable, y experiencias pasadas
de hace mucho tiempo que deberían estar completamente perdonadas y olvidadas,
causando así disgustos a sí mismo y a otros. En el Templo de la Resurrección,
al hombre se le enseña a usar el Poder de la Resurrección solamente para traer
a la vida el Plan Divino para él mismo y para aquellos que él tiene el
privilegio de influir.
Entren al Templo de la Resurrección
por lo menos una vez cada veinticuatro horas; báñense en Su Llama; practiquen
el uso del Poder de la Resurrección que está dentro de su propia vida para
restaurarles a la perfección del Ser que conocieron con el Padre antes que el
mundo fuera. Esta es la invitación de la Hueste Ascendida a toda la humanidad
durante esta Santa Estación de la Semana Santa. ACEPTENLA. USENLA. . . Sientan
el Poder de la Resurrección de la Divinidad moverse a la acción, y luego
permítanle fluir a través de sus vehículos internos, su cuerpo físico, su aura,
y dentro del mundo que en el presente habitan. Así llegarán a ser un Templo
Viviente de la Resurrección dentro de ustedes mismos.
Revista El Puente a la Libertad, Abril 1979 Pág.4 -extractos-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario