EL AMADO EL MORYA:
LA RECEPTIVIDAD DE LA CONCIENCIA DEL HOMBRE
El Puente, junio
1975
Las mentes de los hombres son como
los instrumentos de cuerda abiertas en su mayor parte a cualquier influencia
que escoja vibrar sobre la cuerda. Desde el punto de vista interno, es trágico
que la protección natural (siempre que el vehículo receptor sin protección
pudiera ser cerrado contra las vibraciones destructivas) haya sido destruida
por las propias acciones del hombre.
El hombre es una victima para
cualquier número de fuerzas viciosas y depravadas que utilizan la estructura
sensitiva de su cerebro para actuar, empollando de ese modo dentro del mundo de
la forma los planes y esquemas diabólicos que estas fuerzas desean cumplir. Si
a las fuerzas invisibles detrás de tales actividades destructivas ya no se les
permitiera atarse ellas mismas a aquellos individuos débiles quienes se
permiten ser usados como sus instrumentos, su trabajo sería un fracaso de
necesidad.
Existe una Ley natural gobernando el
mundo material físico – mediante la cual la energía llega a ser cristalizada
dentro de la materia únicamente a través del cerebro y conciencia corporal de
un ser físico quien todavía tenga un cuerpo de carne. Toda ley trabaja en ambas
direcciones. Nosotros sólo podemos asistir a la humanidad – a través de la
cooperación y obediencia de tal humanidad a medida que ofrezcan sus cerebros y
cuerpos a Nosotros para que podamos verter Nuestras ideas e inspiración y
Planes Divinos completamente. Así también actúan las fuerzas viciosas de
entidades desencarnados.
Así, todos los que ustedes puedan
reunir para ser ‘receptores’ de Nuestras Fuerzas, Inspiración, Actividades y
Dispensadores de Nuestro Plan y Energía Divina, - y todos los que puedan
liberar de la aceptación de sugestiones depravadas, - serán mucho más capaces
en traer la Edad Dorada a la realización.
Revista La Palabra, LAINEC, Julio
2012 Pág.4
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