LA AMADA INMACULATA:
LA ARMONIA ES LA CLAVE
El Puente, noviembre 1973
¡El Plan para la Tierra es BALANCE.
Nosotros debemos tener chelas quienes estén estabilizados en todas sus
actividades para servir con Nosotros en el Empuje Cósmico que está aproximándose,
y estamos colocando Nuestra esperanza y confianza en las corrientes de vida
dedicadas quienes ha sido los recipientes de Nuestras Bendiciones y Guía muchos
de estos años!
¡Ser un co-servidor con la Fuente Suprema,
con plena conciencia, es un privilegio más allá de la comprensión humana! No
importa cuán insignificante puedan pensar su servicio, - siempre dense cuenta
que su energía armoniosa es necesaria para el cumplimiento del Gran Plan
Cósmico – de lo contrario el Dios Padre-Madre no les habría enviado fuera, con
Amor, desde el Corazón de la Creación.
Ustedes no pueden, quienes están
conscientes, hasta cierto grado de los eventos venideros, aceptar con verdadera
Gracia, - que son privilegiados por encima
de todos los hombres quienes caminan esta Tierra, y decidir dentro de sí mismos
EN ESTE MISMO INSTANTE que sostendrán la Armonía requerida por ustedes para ser
un participante activo en los Planes Sagrados que les están siendo revelados.
LA ARMONIA es la clave. Ha sido colocado
en sus manos y corazones. Lo que hagan con éste determinará su participación
adicional en los Planes expandidos de la Jerarquía Espiritual. Seguramente se darán cuenta que la Verdad
dentro de esta Liberación es de una naturaleza avanzada y significativa, y que
estando armados con estos hechos experimentarán un entendimiento más profundo
de servir en una Capacidad Cósmica, sabiendo que dentro de sus propias
vestiduras está esa Llamada pulsando del Dios Padre-Madre. Nútranla mediante el
Amor y Armonía de su ser, y dejen que el Hombre Dorado camine la Tierra a
través de ustedes.
Estos son días de tremenda Importancia
Cósmica y sabio es aquel quien escuche Nuestras Directivas. Todas Nuestras
Liberaciones están impregnadas de significado, y hay mucho que puede ser leído
entre las líneas. Con ese pensamiento concluiré este Discurso, y con todo el
Amor y Poder de Mi Ser les Bendigo.
Revista
La Palabra, LAINEC, Noviembre 2009 Pág.7
No hay comentarios.:
Publicar un comentario