viernes, 8 de enero de 2016

LA AMADA LADY MIRIAM:  

SOBRE LOS GRANDES MOVIMIENTOS Y RELIGIONES MUNDIALES 

 El Puente, agosto 1975

Todos los grandes Movimientos y Religiones Mundiales, antiguas y modernas, - han sido inspiradas por algún Miembro de la Gran Hermandad Blanca, en cooperación con un individuo sensitivo espiritualmente en encarnación física en el momento de su incepción, quien se convirtió en Su cabeza visible. La evolución de la Individualidad Divina desde la infancia hasta la ma­durez espiritual es el propósito implícito de toda la experiencia de vida. La Gran Hermandad Blanca, o la Jerarquía Espiritual, es el Representante de la Voluntad de Dios para el planeta Tierra, y a través de Sus Miembros provee el estímulo hacia el desarrollo Divino para el planeta y su gente, a través de la liberación de Fuerzas Cósmicas extraordinarias conscientemente dirigidas y sostenidas en la atmósfera inferior donde funciona el hombre encarnado.

Con la evolución de la raza, el tipo de fuerza espiritual re­querida cambia, justamente como en el crecimiento de la natu­raleza, las estaciones proveen las condiciones naturales más benéficas para su expresión prolífica. Ustedes podrían considerar la liberación de estos Grandes Flujos Cósmicos como el tocar de una Sinfonía Universal, cada religión y sus constituyentes repre­sentando un Acorde o pasaje en el Gran Todo. Para proveer cana­les para la liberación de estas Pulsaciones Rítmicas, los Maestros Ascendidos han inspirado la fundación de varias religiones y tipos de adoración desde el principio de los tiempos, - siempre diseñando los ceremoniales y creencias alrededor del reque­rimiento específico de la Era. El Maestro escoge a aquellas co­rrientes de vida quienes son por naturaleza e inclinación mejores adecuadas para conducir las Fuerzas Espirituales de esa Hora Mundial particular, y estas personas, junto con su Cabeza Espiritual, se convierten en un centro radiante a través del cual fluyen las Fuerzas Cósmicas diseñadas para bendecir a la raza.

        Esta Fuerza es absorbida por las almas de los hombres, y cuando ese elemento es suficientemente provisto, un nuevo centro de Fuerza Vital se prepara... una nueva religión es instituida, y a un tipo diferente de corriente de vida se le da una oportunidad de convertirse en conductores de una bendición mundial. De ese modo cada religión y fe es una parte rítmica de la Gran Sinfonía, pero es lamentable que, aunque los Maestros Mismos trabajan en perfecta armonía, los diversos dispensadores de Su Fuerza de Vida frecuentemente son incapaces de reconocer la Unidad de Propósito detrás de la cantidad de acordes del Canto Universal. Si las notas y temas en nuestras composiciones musicales estu­vieran renuentes a abandonar su lugar a las siguientes notas y melodías, experimentaríamos las mismas discordias en la ex­presión musical que el hombre ha experimentado a través del fanatismo y mal-entendimiento religioso. Los Músicos Maestros tocando a través de todos los Acordes en el Escenario del Esfuerzo Espiritual Moderno trabajan constantemente hacia la combinación de la diversas partituras dentro de un todo armonioso, y el hombre quien es sólo una parte del Gran Canto Universal haría bien emulándolos a Ellos en sus vidas individuales.


Revista La Palabra, LAINEC, Junio 1998 Pág.14

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