jueves, 17 de diciembre de 2015

AMADA MADRE MARIA: 

EL SENTIMIENTO INTERNO DE UNA PAZ PROFUNDA 

El Puente, abril 1957

¡Ahora bien, la mayoría de ustedes - toda esta vida - han estado buscando paz, salud, armonía sostenida e iluminación -mayormente paz- puedo decir, y nunca encontrarán paz permanente hasta que la hayan encontrado dentro de ustedes mismos! ¡Sé! Cuando el Amado Gabriel vino a mi con esa Anunciación acerca de la venida de Jesús y cuando comencé a conocer algo dentro de Mi misma de la gran responsabilidad vinculada con la manifestación de la forma física de ese Ser Quien iba a prestar tal servicio trascendente, no fue fácil mantener esa paz, calma ininterrumpida. Como he dicho a ustedes antes (y no deseo ser repetitiva) no fue fácil sostener la paz cuando - una vez que pensamos que todos íbamos a establecernos después que naciera el niño, - entonces el Amado José fue advertido por un Ángel del peligro a venir. Tuvimos que salir rápidamente para Egipto y tampoco fue fácil mantener la paz sostenida, a medida que ha­cíamos una nueva vida con muy poco en el camino de los bienes de este mundo; entre gente extraña y más bien no amigable y debajo de un Sol fuerte, caliente que batía hacia abajo implaca­blemente prácticamente cada día. Aquellos de ustedes que han estado en Egipto (algunos de ustedes estarán algún día) sabrán lo que quiero decir. 

Así que les digo ahora, mientras todavía están en ese estado (diremos) de "infancia espiritual"; mientras todavía están escudriñando hacia un entendimiento - parafraseando a Sa­lomón, puedo decir: "Con todo tu entendimiento - obtén PAZ!" - no un sentimiento superficial de energía controlada por su voluntad, sino un sentimiento interno de una paz profunda, duradera que no pueda ser perturbada.  ¡Algún día la necesitarán! ¡Si ustedes son el tipo que es propenso a convertirse en histérico en emer­gencias, les recomiendo que apliquen diariamente ante el Elohim de la Paz!; ante el Amado Jesús, Príncipe de la Paz; ante el Amado Gautama, Nuevo Señor del Mundo; o ante Mi humilde Ser, solicitando que carguemos su mundo de sentimiento (dejando que el sentimiento de paz se expanda a través de todos sus cuatro cuerpos Inferiores -físico, etérico, mental y emocional). Si realmente quieren esta paz que podemos y queremos darles a uste­des, deben darnos la oportunidad de cargar Nuestros sentimien­tos dentro de sus mundos. Nuestros sentimientos son la sustan­cia real de Nuestra vida y únicamente podemos darles Nuestra bendición a través de su atención dándonoslas a Nosotros. 

Su atención es la Puerta Abierta a través de la cual podemos alcan­zarles y, para tener una radiación sostenida y expandiéndose de Nuestra paz entrando a sus mundos, tendrán que darnos unos pocos minutos de su atención rítmicamente cada día a la misma hora, preferiblemente.

      También, justamente antes de entrar a dormir en la noche, pueden pedir a su Santo Ser Crístico llevarles fuera a estos Gran­des Seres de Paz Crística Cósmica en la noche mientras su cuer­po físico duerme. Pidan también que les sea permitido traer de vuelta a su conciencia cerebral física cuando despierten, toda la paz que experimentaron mientras estuvieron en esos Reinos Superiores.

Revista La Palabra, INEC, Abril 1993 Pág.5

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