EL AMADO SEÑOR GAUTAMA: 

ACTIVIDAD BALANCEADORA DE LA LLAMA TRIPLE 

6 de diciembre 1987

Les pediré colocar su mano sobre su corazón y sentir la Poderosa Pulsación de la Llama Triple, porque hoy voy a hablarles acerca de la ACTIVIDAD BALANCEADORA de esa Llama Triple.

Muchos de ustedes han desarrollado gran PODER, y unos pocos han desarrollado AMOR, pero únicamente hasta cierto grado. Ese grado de la Luz del Amor DEBE SER EXPANDIDO. La humanidad tiene que entender la naturaleza verdadera del AMOR.

Si sólo pudieran permanecer CENTRADOS dentro de esa GLO­RIOSA LLAMA TODO EL TIEMPO, transitando el Camino del Discípulo del Todopoderoso, entonces podrían bendecir toda cosa, en todas partes, por todo este querido planeta Tierra, y la Tierra finalmente será envuelta y sostenida en el abrazo de la Inmortal Victoriosa Llama Triple de la Vida. Deseo que sientan el PODER de esta Llama hoy a medida que resplandezca hacia arriba desde el centro de la Tierra a través de Shamballa, hasta el Átomo permanente TAN SAGRADO que sostenemos. Deseo que puedan sentir la SABIDURÍA y el AMOR de esta LLAMA GLORIOSA.

Algún día sentirán realmente que la ACTIVIDAD BALANCEADORA toma lugar dentro de sus propios seres. ÁMEN ESA LLAMA. EXPRESEN ESA LLAMA, Y SEPAN que donde quiera que vayan bendecirán a toda vida. Es MUY IMPORTANTE que les diga esto porque el BALANCE ES REQUERIDO. EL BALANCE es ABSOLUTAMENTE NECESARIO, y ese balance tomará lugar mediante su amor y adoración y respeto por la Llama Sagrada de Dios Dentro.

Queridos Hijos, les amamos, y depende de ustedes amar a toda vida y permitir que la humanidad SIENTA esa expresión del balance alrededor de ustedes. Y la Llama se expandirá y expandirá y expandirá , hasta que la Tierra sea elevada a tal acción vibratoria que Nosotros de veras, cada uno, Nos inclinemos ante la Luz de Dios Padre-Madre.

Les amo a Uno, les amo a Todos. Amo a Toda Vida, y ahora Bendigo al Planeta entero y a Sus Evoluciones en la Inmortal Victoriosa Llama Triple de la Vida y Me inclino en reverencia ante la Llama dentro de sus corazones.

DIOS LES BENDICE.

Fuente: Revista La Palabra, INEC, Marzo 1988 Pág.7