EL AMADO CONFUCIO: 

DE LA CONCIENCIA ORIENTAL A LA OCCIDENTAL 

11 de octubre de 1982

          Les traigo esta mañana la dulce remembranza del modo oriental que muchos de ustedes han conocido a través de edades pasadas.

         Me gustaría re-confirmar con ustedes que a través de incontables encarnaciones han hecho muchas relaciones, aprendido muchas lecciones, han sido ricos y pobres, saludables y enfermos, y sobre todas estas experiencias han tenido maestría. Han tenido incontables familias y otras relaciones sobre el plano físico y sobre éstas han tenido maestría. Hay una gran experiencia sobre la que aún no han tenido maestría la cual es el propósito de esta encarnación en esta Hora Cósmica de importancia… y naturalmente que es ser la plenitud de su propia Realidad Divina mientras estén en la encarnación.

          Nosotros, los de la Jerarquía Espiritual les vigilamos y sin embargo, debemos estar con los brazos cruzados de vez en cuando porque no podemos conducir su adelanto más que lo que ustedes están dispuestos (o debería decir, que lo que ustedes están dispuestos a dejar que pase) en los reinos inferiores de la experiencia. Necesitamos hombres y mujeres que estén dispuestos a conocerse ellos mismos como Santos y Uno con Dios y sin embargo no necesitan adornos externos y títulos de tal significación… volver hacia sus propios Cristos y la construcción de la fuerza dentro de sus propias auras… que se acerquen a los grandes Seres Cósmicos y Ascendidos por Su fuerza áurica y luego en vez de necesitar estar en el ambiente de un Maestro o en un retiro -únicamente necesiten estar con la naturaleza contempladora de su propio Maestro dentro.

          Éste es uno de los mayores cambios desde la conciencia Oriental hacia la Occidental en la Nueva Era…

Revista La Palabra, LAINEC, Diciembre 1982 Pág.10