jueves, 5 de mayo de 2016

LA ASCENSION EN LA LUZ 

por el Amado Jesús 

El Puente, Mayo 1973

       …cuando la conciencia es elevada y sostenida en un Estado Ascendido de reconocimiento consciente de PERFECCION UNICAMENTE, los elementos de las esferas inferiores deben de necesidad seguirla…

       La Conciencia resucitada requiere un chela que arroje toda creencia en las apariencias humanas, aunque para él ellas parezcan abrumadoras y enteramente contrarias a su esfuerzo determinado para conocer únicamente la Perfección, el Bien, la Salud, el Suministro y la Santidad Vital. Requiere que él se pare en el Corazón de Dios afirmando que la Llama de la Perfección se manifiesta en el Universo.

       Para el individuo que mantenga con tenacidad esta conciencia, no habrá apariencia en todo el Universo que no conforme ante esa tenacidad de Espíritu y produzca para tal ser la Perfección que él ha demandado de la Vida. Aquí diría que no es una demanda de los labios o de la voluntad, sino que es un CONOCIMIENTO calmado, cierto, firme de que la Perfección solamente retorna para aquel quien mora en ésta, quien vive en ésta, y sin embargo quien le da toda la liberación de su propia energía, y quien no aceptará nada sino la Perfección del mundo fuera o dentro de él.

       En este mundo, donde el bien y el mal parecen patentes, el hombre puede escoger aceptar lo que se le ofrece sin discriminación, o puede aceptar únicamente Perfección.

       Esta es la Conciencia que usé hasta que fue completado Mi Ministerio. Los cuerpos, las mentes, la efluvia magnética, las entidades creadas humanamente en y alrededor de las corrientes de vida muy queridas. Me ofrecieron una multitud de experiencias que no eran la Verdad… Mi convicción interna de que no había Poder aparte de Dios compelía al mundo de la apariencia a aceptar Mi Cuerpo como una Vestidura Ascendida, Transfigurada, Transformada y Eterna, que fue la manifestación de Mi realización de que no existen dos Poderes en el Reino de Mi Padre.

       ¡Cuando usan con determinación la Conciencia Ascendida de Jesús Cristo, no pueden fallar para atraer a través de su propia corriente de vida Mi entendimiento, Mi convicción, Mi ímpetu y Mi tenacidad de Espíritu en el reconocimiento únicamente de UN PODER – y esa Conciencia que les ofrezco para el uso constante, ascenderá tan seguramente su conciencia, -les liberará de la enfermedad, enfermedad y limitación como Me liberó a Mi y a los individuos que siguieron no Mi mundo, ni Mis preceptos, SINO MI EJEMPLO!

Revista La Palabra, LAINEC, Noviembre 1989 Pág.14 -extractos-       

       

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