EL AMADO SERAPIS BEY: 

APRENDAN EL SIGNIFICADO DEL PURO AMOR DIVINO 

El Puente, abril 1971

          Les traigo saludos desde el Corazón de Luxor, ese glorioso Foco cuya Radiación es esa de Puro Amor Divino. Sientan esa Esencia sagrada penetrar cada átomo y célula de sus seres cuando los Serafines quienes están rodeándoles a medida que leen estas palabra bañan sus cuatro vehículos inferiores con la tan necesaria sustancia del Puro Amor Divino.

         Ah, hijos, pueden pensar que estamos hablando mucho sobre la actividad del Amor estos días. ¡Sin embargo, deben llegar a la realización de que es el Amor, Puro Amor, lo que los corazones de los hombres y todas las evoluciones de este planeta están buscando!

           El Amor, el poder cohesivo, debería irradiar desde ustedes todo el tiempo. Alguién puede tener Sabiduría; alguien puede tener Poder, pero es la Esencia del Amor Divino la que es la actividad balanceadora, cohesiva en todas las manifestaciones. 

          Sé que han escuchado y leído este tipo de instrucción repetidas veces, pero en el rol disciplinario de Mi Servicio, se Me requiere estimularles continuamente hasta que, como un niño practicando una pieza de música en el piano, aprendan su lección y le permitan a su Santo Ser Crístico ser el Maestro Músico, enviando fuera la Radiación de Amor Divino TODO EL TIEMPO!

          El Amor es un elixir calmante, no un sentimiento angustioso de anhelo, que es de lo humano. El Amor es un soltar de la conciencia del ser inferior y permitir al Cristo dentro servir a través de ustedes.

       Entreguen sus vehículos inferiores en el Altar del Amor – ofrézcanlos diariamente al Santo Ser Crístico, y permanezcan en esa Conciencia hasta que llegue a ser su manera de vida, y estén tan purificados sus vehículos inferiores que los récord negativos de las eras no sean más – habiendo sido reemplazados por las Cualidades Divinas que han invocado.

          ¡Estoy siempre esperando asistirles; los Angeles de la Pureza y Transmutación y toda la Jerarquía Espiritual están ansiosos y dispuestos asistirles a convertirse en el Cristo en acción!

¿Qué más pueden pedir? ¿No es este un servicio de Puro Amor Divino?

¡Les suplico estudiar esta Lección bien!

Revista La Palabra, LAINEC, noviembre 2005 Pág.6 -extracto-