EL AMADO HILARION:
“AGNOSTICO”
El
Puente, Julio de 1954
 He atestiguado las heridas
espirituales sobre la conciencia de la raza. Ese es el por qué prometí pararme
con lo que ellos llaman “agnóstico” debido a que estos hombres y mujeres son
víctimas de la intención maliciosa para engañar. Ellos son los hombres y
mujeres quienes en las eras pasadas han puesto su fe y confianza en corrientes
de vida, sintiendo que estaban siguiendo a Dios, únicamente para ser
amargamente desilusionados. Ellos fueron dejados al cierre de sus encarnaciones
con su fe en cenizas, sus cuerpos emocionales llenos de miedo e infelicidad,
sus cuerpos etéricos profundamente cicatrizados y sus almas tan amargadas que
aún con el tiempo entre encarnaciones, era imposible restaurarlos a ellos a un
deseo para hacer más esfuerzos espirituales.
          He atestiguado las heridas
espirituales sobre la conciencia de la raza. Ese es el por qué prometí pararme
con lo que ellos llaman “agnóstico” debido a que estos hombres y mujeres son
víctimas de la intención maliciosa para engañar. Ellos son los hombres y
mujeres quienes en las eras pasadas han puesto su fe y confianza en corrientes
de vida, sintiendo que estaban siguiendo a Dios, únicamente para ser
amargamente desilusionados. Ellos fueron dejados al cierre de sus encarnaciones
con su fe en cenizas, sus cuerpos emocionales llenos de miedo e infelicidad,
sus cuerpos etéricos profundamente cicatrizados y sus almas tan amargadas que
aún con el tiempo entre encarnaciones, era imposible restaurarlos a ellos a un
deseo para hacer más esfuerzos espirituales.
          Les hablo como Uno Quien está muy
ansioso de liberar a la gente de los conceptos erróneos. Para Mi, un agnóstico
es un ser que amo mucho, porque él es uno que ha sido dañado profunda y
amargamente. ¡A esos hombres y mujeres liberaremos, con la ayuda de Dios! Es Mi
deseo hacerlo así y es Mi razón de ser. ¡TODOS ustedes tienen una razón de ser! Mientras más adelante
vayan en el Sendero y mientras mayor la Luz de su conciencia, más ven la
necesidad. Luego llegan a ser los más ocupados, pero se convierten en los más
felices también, porque pierden la “personalidad” y en este servicio encuentran
una alegría extrema.
Revista La Palabra, LAINEC, Octubre
1992 Pág.19 -extractos-
 
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