EL AMADO PABLO, EL VENECIANO:
CAUSA Y EFECTO
El
Puente, enero 1957
Debido a que los de la humanidad, por
lo general, están misericordiosamente protegidos de saber lo que ellos han
hecho con la hermosa energía de Dios y con sus propios cuerpos emocional,
mental, etérico y físico originalmente hermosos, ellos no conocen el hecho de
que la causa de su aflicción (sea limitación, inarmonía, enfermedad o aún la
tan-llamada “muerte”) yace dentro de su
propio pasado y uso presente de esta energía Divina.
Cuando los de la
humanidad son despertados a la realidad de que la Ley del Círculo (causa y su
efecto final) es inexorable, ellos comienzan a querer “hacer las cosas bien”.
Entonces todos Nosotros estamos dispuestos a ayudarles. Esta ayuda viene a través
de la liberación desde Nosotros de las energías de purificación ya calificadas,
acumuladas durante todas las eras (antes de y después de Nuestra Ascensión)
hacia dentro de aquellos pidiendo perdón por los pecados - conocidos y no
conocidos. Este siempre es un momento bendito y feliz para Nosotros - cuando la
Ley Cósmica Nos permite (al llamado individual a través del uso de su libre
albedrío) dirigir el Fuego Violeta a través de su mundo para realizar el
milagro de la sublimación (purificación) de las energías calificadas discordantemente,
removiendo la causa de la aflicción,
y generalmente elevando al hombre a su Estado Divino.
Revista La Palabra, LAINEC, Agosto
1992 Pág.18
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