lunes, 9 de enero de 2017

EL AMADO GAUTAMA: 

SEGURIDAD HUMANA ¡NO CONFIABLE! 


El Puente, agosto 1957
En la experiencia de la vida del mundo externo, los individuos algunas veces trabajan durante una vida entera, sólo para obtener para sí mismos una anualidad, un hogar o una seguridad general. Sin embargo, a menudo, justamente cuando el regalo está dentro del alcance o quizás ha sido recibido, el individuo preocupado hace la transición de esa encarnación en el mismo momento en que su energía de vida entera ha sido consumida y su búsqueda de la felicidad ha resultado en la exteriorización de eso a lo que ellos dedicaron su pensamiento, sentimiento, palabras y acción - ¡su vida entera!.

También eso es cierto en las cosas "internas". Desde el momento de Mi Propia Ascensión consciente, he visto chela tras chela y neófito tras neófito que deseaba la Presencia visible, tangible del Maestro. Luego, cuando el chela logró esa maestría de clarividencia (verdadera vista interna) y la clariaudiencia (verdadera audición interna); cuando fue suficientemente inci­sivo en la concentración; cuando una dispensación le permitió siquiera una vislumbre centelleante de ese Ser Ascendido, tal ser cesaría sus propios esfuerzos y se convertiría en sí mismo en "un santificado" - lleno de orgullo.

         ¡Amados seres, el ser externo no es muy confiable! ¡Aque­llos que no han visto a través del "velo" y quienes sin embargo han tocado el borde de la vestidura de los Seres Divinos; aquellos quienes han aceptado con todo sus seres la ESENCIA y no la forma- ESOS SON LOS "SANTOS"! Con las palabras de Jesús, Nuestro Amado Hermano, "Bendito son aquellos que no han visto y sin embargo han creído."
      ¡Sé cuánto las masas desean fenómenos y cuan poco desean la ESENCIA! Aquellos que Me siguen; aquellos en el Oriente que son verdaderos Maestros y Gurús aún no ascendidos, usualmente no permiten el ejercicio del fenómeno por esa razón.
        La fantasía curiosa y pasajera de las masas no es digna de la inversión de energía que tal fenómeno ocasionaría.

Revista La Palabra, LAINEC, Diciembre 1993 Pág.8

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