martes, 21 de marzo de 2017

EL AMADO AEOLUS: 

LEY DE CAUSA Y EFECTO 

          Cada electrón que el individuo ha tomado de la Luz sin forma en el Corazón de Dios y enviado afuera hacia dentro del universo sellado por el patrón Luz de su corriente de vida debe ser contabilizado. Si los electrones salieron en armonía para un propósito constructivo para cumplir al menos una proporción considerable de la razón de la existencia de esa persona, esos electrones son liberados del lado de la deuda de su “libro mayor” y se convierten en parte del almacén para el bien en el Cuerpo Causal. 

            Pero los incontables cientos de miles de toneladas de energía que el individuo ha atraído temerariamente desde el corazón de Dios, y enviada fuera calificada discordantemente por los obstinados y egoístas pensamientos y sentimientos del ser personal, deben ser retornados al individuo de una forma u otra hasta que la corriente de vida REDIMA esa energía y envíe fuera con amor.

          Ahora bien, cuando digo “retornada de una forma u otra”, quiero decir que frecuentemente la energía enviada fuera calificada inarmoniosamente a través del propio libre albedrío del individuo en una vida, regresará a él con algún rasgo o característica en particular en alguna persona alrededor de él que esté particularmente enojada o en aflicción - y esa energía viniendo desde otra corriente de vida que “atormenta” el carácter debe ser amada dentro de la armonía o aparecerá de nuevo en otra corriente de vida en algún lugar en el sendero de ese individuo. 

         Nunca dos personas se enojan por los mismos rasgos, hábitos y características de la gente, animales o circunstancias. Por qué? Porque cada uno es sólo estimulado por la energía que corresponde a su propia “falta” en alguna vida y que la vida en misericordia le trae de vuelta a él a fin de que pueda redimirla y liberarse él como el otro.

Libro “Lo Que El Estudiante Debería Conocer Acerca de El o Ella Misma”, LAINEC, Pág.54



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