jueves, 19 de noviembre de 2015

AMADA MADRE MARIA: 

INTERCAMBIO DE CONCIENCIA 


El Puente, abril 1957

Cuando ustedes realmente se reúnen con una persona, ¿qué reúnen? Justamente sus conciencias - ¿no es eso así? - sea que estén o no sus formas físicas en estrecha proximidad la una con la otra. Dos formas físicas pueden estar tan cerca la una de la otra, como están estos dos micrófonos aquí, sin embargo la conciencia de esos dos individuos pueden estar millas separadas. ¡Si alguien se "reúne" con otro en persona, por teléfono o leyendo sus (el o ella) palabras sobre una página escrita - aún toda "reunión" es justamente un intercambio de conciencia!

En lo que se refiere a Nosotros en Nuestra Octava, la ma­yoría de Nuestras "reuniones" con las corrientes de vida no as­cendidas consiste en recibir de la humanidad la conciencia de peticiones, oraciones y diversos tipos de invocaciones por ayuda, solicitando alguna cesación sobrenatural del sufrimiento del karma destructivo retornando. Posteriormente, desde grupos dedicados de individuos consagrados aquí (más a menudo ha ocurrido previamente en el Oriente) el dulce perfume de la ora­ción se eleva hacia Nosotros sin una petición o deseo por alguna asistencia especial - justamente gratitud por su propia existen­cia; gratitud por Nuestra amistad y Nuestro deseo y habilidad para darles Nuestra ayuda cuando es requerida.

       Ahora bien, queridos corazones, siempre estamos muy agradecidos por lo que cualquier conciencia de ustedes Nos dé, porque su atención sobre Nosotros Nos da la única "Puerta Abierta" que tenemos a sus mundos a través de la cual podemos responder sus llamadas y darles la ayuda requerida. Nosotros queremos que ustedes Nos llamen cuando tengan problemas y aflicciones que manejar, porque Nosotros Nos hemos convertido en Maestros sobre esos problemas en el mundo de la apariencia física y hemos ganado el derecho a morar en estas Octavas de paz y perfección eterna de Dios.

       ¿Después de todo, qué son esos problemas? Ellos son nada más ni menos que energía, vibrando demasiado lentamente co­mo para producir perfección. Mediante el poder del Amor y Luz en el cual Nos hemos convertido, podemos proyectar Nuestra Luz hacia dentro de esa energía y elevarla á una acción vibratoria que no pueda producir aflicción de ningún tipo. Cualquiera que pueda ser su problema - piensen en Mi y Yo no les fallaré en responderles inmediatamente. 

       Si pueden pensar en Mi como tal Amiga y Ser Divino muy real para ustedes, permitiendo que nuestra amistad crezca en fortaleza y eficacia a medida que pasen los días, ¿quién entre ustedes puede decirme qué extraordinario servicio a toda vida podemos ser capaces de prestar juntos?  

Fuente: Revista La Palabra, INEC, Abril 1993 Pág.5

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