jueves, 12 de noviembre de 2015

EL ARCANGEL RAFAEL: 

CONSAGRACIÓN

      ¡Amados hijos de la Única Luz Radiante!

       Vengo a ustedes en el Quinto Rayo de la Verdad. Curación, Concentración y Consagración de Dios. yo represento un aspecto particular del Rayo Verde. Ese aspecto es la CONSAGRACION.

       Alguien siempre debería preguntar por la Verdad de Dios, cuando desee concentrar su atención y consagrar sus esfuerzos hacia algún trabajo que él quiera hacer. ¡Todos nosotros sabemos que mucha voluntad humana ha sido consagrada y concentrada en un propósito distinto al de la Verdad o Curación de Dios, o cualquier otro Aspecto Divino!

       ¡Oh, amados hijos e hijas de Dios! Eleven sus cálices de conciencia en alto, y permítanme verter Mi Rayo de Consagración hacia dentro de ellos. Permítanme llenar sus seres y mundos con la consagración total sirviendo a la victoria de sus Planes Divinos manifiestos aquí en el mundo de la forma. ¡Permítanme hacer resplandecer y resplandecer esta Sustancia Preciosa a través de ustedes hacia toda Vida en todas partes, para que cada uno de ustedes, Nuestros benditos chelas, puedan no sólo trabajar en concierto con los Ángeles, sino que puedan pararse como ejemplos vivientes de la Consagración a la Luz mientras aún transiten la Tierra!

       Sólo tengo una razón de Ser, y esa es servir a Dios de las innumerables maneras que existen para que Yo y Mis Legiones Amadas de Ángeles sirvan. ¡Cuando extienden sus manos y abren sus queridos corazones para unirse a Nosotros en servicio, estoy también satisfecho, porque la Alegría del Servicio Consagrado deben ser experimentada para ser conocida!

     ¡No existe tiempo, ni lugar, donde Mi Rayo no pueda penetrar y llenar la llamada del ser que desea Mi Cualidad de Consagración – o re-Consagración, para la Victoria de la Luz! ¡PIDAN! ¡PIDAN! ¡PIDAN!

       ¡Les envuelvo, a cada uno de ustedes, con Mi Amor y Alegría de total dedicación hacia esto, el Único propósito de toda existencia consciente, que es servir a la Voluntad de Dios sin cesar!

Fuente: Revista La Palabra, LAINEC, Marzo 1989 Pág.2

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