EL AMADO JESUS:
"EL REINO DEL CIELO SOBRE LA TIERRA"

No es suficiente vivir una ‘Vida sin dañar',
permitiendo a su planeta y a Sus evoluciones sufrir discordia, limitación,
descomposición y la muerte ignominiosa. Es esencial para ustedes usar sus poderes
mientras aún están en un cuerpo físico (como hice Yo); no sólo para establecer
el ejemplo manifiesto del hombre Crístico a través de ustedes mismos, sino para
ayudar a todos los hombres a alcanzar un logro igual. También dije: "Hasta
ahora el Padre trabajó - ahora el Padre y Yo trabajamos".
Mientras haya un
alma en esclavitud, un Ángel aprisionado, un Elemental confinado a una forma
distorsionada, ese trabajo no está completamente hecho. Mientras la Tierra se
desarrolla a medida que gira sobre Su eje inclinado y se eleve el grito de
miseria y dolor hasta el Trono del Eterno por ayuda, ese Reino del Cielo no
está establecido sobre esta Tierra y Mis discípulos harían bien en considerar
esto; en vez de desear sólo una "redención" personal que, al igual
que alabable y totalmente deseable desde el punto de vista personal, NO ES EL
CUMPLIMIENTO DE LA VOLUNTAD DEL PADRE PARA TODAS SUS CREACIONES! Una redención
de la Dulce Tierra, una purificación de Su atmósfera, una liberación para todas
las corrientes de vida pertenecientes a Sus evoluciones es el establecimiento
del Reino del Cielo sobre la Tierra que no morirá. Esto puede suceder sólo a
través de la cooperación de las corrientes de vida no ascendidas con los Seres
Divinos, Quienes VEN el Plan Divino para la Tierra y Quienes sirven
incesantemente para reestablecer la belleza y perfección para la Tierra así
como también para Sus habitantes actuales y futuros.
¡Mis
Amados Hermanos han explicado las muchas maneras en que pueden asistir en el
establecimiento de este Reino AHORA! La gracia, la humildad, el desinterés y,
primero que nada, el puro Amor Divino - todos estos pueden ser cultivados por
la gente de la Tierra. Estas Virtudes son
redentoras en naturaleza. Si no están
aparentemente en posesión de estas Virtudes, puedo asegurarles que la Sagrada
Llama Crística dentro de su corazón las guarda todas, esperando su invitación
para permitirles exteriorizarse a través de ustedes para la bendición de toda
vida.

Fuente: El Puente,
octubre 1957
Revista La Palabra,
Diciembre 1994 Pág.14
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