EL AMADO GAUTAMA:
LA JOYA EN EL CORAZON DEL LOTO
El Puente, agosto 1957
Vengo esta mañana para traerles al planeta Tierra
y Sus evoluciones ese sentimiento y sustancia de Dios - la paz que es
desarrollada a través del control y maestría de las energías a las que les ha
sido permitido correr rampantes por falta de entendimiento y auto-disciplina.
Los cordones de plata de energía que conectan a los Seres individualizados
"YO SOY" con las personalidades de la raza humana entera
perteneciente aquí, se mantienen dentro de la radiación Cósmica de Mi
sentimiento de paz esta mañana. De ese modo esas energías están ya calificadas
con Mi sentimiento de paz antes de que ellas entren a
los vehículos emocional, mental, etérico y físico de aquellos encarnados; así
como también dentro de los vehículos emocional, mental y etérico de aquellos
actualmente no en la encarnación, pero que sin embargo pertenecen a las
evoluciones de la Tierra todavía no ascendidos. ¡Esa paz no puede ser recalificada por el humano!
¡Amados
seres, la paz no viene a través de un sentimiento de letargo sino a través de
la maestría consciente de la energía en la acción balanceada! Yo, también, una
vez transité los caminos de la Tierra y experimenté por Mi mismo toda la
'atracción' de los sentidos físicos; todos los intereses que la humanidad
encuentra temporalmente disfrutables y. a través de Mi propio esfuerzo
auto-consciente, escogí descubrir el Sendero hacia la paz imperturbable y
máxima.
Ese sendero Me llevó en un largo viaje - no en un viaje externo sino en
uno interno- hacia el propio centro corazón de Mi Ser; hacia dentro de eso que
los Orientales refieren como "La Joya en el Corazón del Loto". Allí
mora esa parte de un hombre que es inmortal, no contaminada por ninguna cosa
humana, sosteniendo su patrón original de la Divinidad hasta esa hora en que el
ser personal conscientemente escoja caminar sin temor hacia dentro del corazón
de esa Llama. ¡Entonces el encuentra la cáscara de la personalidad externa
retirándose, y experimenta la alegría de bañarse en esa Llama de Inmortalidad -
que es de veras refrescante!
Revista La Palabra, LAINEC, Diciembre 1993 Pág.8 -extracto-
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