lunes, 8 de mayo de 2017

EL AMADO GAUTAMA: 

EL DESINTERES DE MOTIVO, ESENCIAL PARA SER EL BUDA 

El Puente, agosto 1957

        La concentración es uno de los aspectos del seguidor de la verdadera enseñanza Budística - la concentración determinada por el desinterés de motivo. En el caso de aquel que camina sobre el Sendero Espiritual hacia el Corazón de Luz, la concentración debe estar motivada por un deseo de bendecir la vida impersonalmente; de permanecer en la encarnación física aquí sobre este plano de la Tierra, si es necesario, como lo hizo la Amada María, la Santa Madre de Jesús, hasta que haya más Luz y más Virtud Divina aquí; o de entrar en las Esferas Internas de Luz (si así es instruido) y allí ser un Sol de Rectitud. 

          La doctrina del Buda como la encontré ser para Mi mismo y la presenté al hombre, es una de renunciación del ser y a los intereses egoístas y esta renunciación va camino de vuelta hacia las causas y núcleos que motivan aún los ejercicios espirituales. Cuando ese poder motivador detrás de todo ascetismo, de todos los ejercicios espirituales y sacrificios es para la magnificación de la Presencia de Dios, tal ser es un discípulo digno de llevar puesta la vestidura de un neófito en los Templos del Buda.

          Cuando estas disciplinas, ascetismo y diversos ejercicios espirituales son practicados para la iluminación personal y para la liberación final del individuo solamente, tal ser logrará un resultado en donde y por medio del cual ese individuo finalmente llega al punto de estar listo para la Ascensión. Sin embargo, tal ser no se ha convertido en una expresión del Buda impersonal. Quien alegre, voluntariamente vive y sirve en cualquier plano -donde quiera que su Luz pueda ser deseada: su protección requerida, su entendimiento esencial y su presencia curadora, elevadora, iluminadora, ascendente una necesidad. 

          El Buda se convierte en una "Copa" dentro de la cual, sin ninguna obstrucción de ninguna clase, fluyen allí los Regalos, Luz y Virtudes de la Deidad. Esa "Copa" es justamente tan impersonal en el flujo de Sus regalos como es cualquier "Copa" o Grial lleno de agua fresca que esté disponible para aquellos que estén sedientos.

           No existen demasiados entre la humanidad, con los motivos cuyos corazones deben ser y para permanecer como una "Copa" de Luz viviente manejable, impersonal; por amor a Dios solamente, magnetizando esas Virtudes desde los Reinos Superiores, mientras aún está sosteniendo un vehículo físico en el mundo de la forma que está sujeto a todas las diversas acciones vibratoria de la atmósfera inferior de la Tierra. |Esos "pocos" que sirven son benditos de veras entre los hombres! 

        Revista La Palabra, LAINEC, Diciembre 1993 Pág.8 -extracto-

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