miércoles, 3 de mayo de 2017

LA AMADA INMACULATA: 

EL FIAT "HAGASE LA LUZ" 

El Puente, junio 1961 

     Yo soy la Observadora Silenciosa Planetaria, enviada desde la gran Observadora Silenciosa Cósmica, llevando el diseño para la Tierra dentro de Mi Ser viviente, respirante y para la Presencia Divina de cada corriente de vida enviada fuera por Helios y Vesta.
Yo soy ese Ser Quien ha sostenido dentro de Mi Seno y Conciencia y propia Vida, la Presencia viviente, respirante de ca­da Espíritu Guardián Quien respondió al llamado de Helios y Vesta y escogió llegar a ser parte de la protección de las evolucio­nes sobre esta Tierra. ¡Ustedes son parte de Mi cuerpo, parte de la esencia de Mi Ser, y cada aliento suyo, cada pulsación que pasa a través de la energía de sus seres auto-conscientes, pasa a través de las energías de Mi Cuerpo y Mi vida. ¡Así que en verdad les conozco bien!

Cuando Helios y Vesta escogieron solicitar la oportunidad de crear un universo. Ellos expandieron hacia afuera desde Su Ser, una gran esfera de influencia; la periferia de esa esfera era la periferia del universo, dentro de la cual morarían los planetas, las estrellas y todo lo perteneciente a ese universo.

Con el fíat de "Hágase la Luz," Ellos hilaron desde Sus Pro­pios Seres esa Sustancia Universal desde la cual los Elohim crea­ron los planetas, y desde donde toda forma ha venido a la exis­tencia. A medida que cada planeta se diseño para ser exhalado, desde el Corazón de la Observadora Silenciosa Cósmica, las Ob­servadoras Silenciosas Planetarias fueron enviadas fuera. No­sotros, a su vez, encarnamos sólo un planeta, tomando sobre No­sotras mismas la responsabilidad del sostenimiento del Concepto Inmaculado para ese planeta; para los ríos, los océanos, las mon­tañas, las vastas llanuras, y haciendo disponible ese patrón para los Elohim y Constructores de la Forma que Ellos luego tejieron del cuerpo-Luz Universal de Helios y Vesta.

La primera actividad de la Observadora Silenciosa Plane­taria es expandir el Cuerpo Causal que se convierte en la cuna en la cual descansará el planeta y las siete grandes esferas sobre las bandas de color de Nuestro Cuerpo Causal dentro de las cuales vendrán los Espíritus Guardianes, los Ángeles y los Devas, creando los Siete Reinos Celestiales de conciencia para las evoluciones que se desarrollarán sobre cada planeta.


Desde dentro de la sustancia y energía de los colores de Nuestros Cuerpos Causales se fabrican los templos, la propia at­mósfera de estas Esferas Internas. ¡De la sustancia de Ese Cuer­po se forjan los elementos para su Tierra! De la sustancia del Cuerpo Causal de la Observadora Silenciosa Planetaria se tejen las vestiduras, los Siete Vehículos que lleva cada corriente de vida. ¡Así que ven cuan cierto somos UNO y cómo la energía de sus cuerpos internos y su carne son una parte de la esencia viviente de Mi Propio Ser!

Revista La Palabra, LAINEC, Enero 1999 Pág.8 -extracto-

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