LA AMADA MADRE MARIA |
QUERIDOS,
amados y benditos hijos del Único Dios Eterno! Cuan agradecida estoy de ser la
portadora de buenas nuevas de gran gozo dentro de sus mundos y dentro de sus
conciencias; para traer una "elevación" a sus dulces espíritus y esperanzas
a sus mundos por el logro que ha estimulado los corazones de las Huestes
Celestiales.
Amados seres, ustedes saben lo que
significa ser el portador de buenas nuevas? Saben lo que es tener labios que
siempre lleven palabras de confort, confianza, esperanza y fe, así como también
sentimientos que transmitan siempre la radiación de la gracia y la bendición
de tal forma que a todo lugar donde ustedes se muevan sobre el planeta Tierra
el mundo sea más enriquecido por su presencia? Ese es el estado en el cual
Nosotros moramos—uno muy confortable; sumamente glorioso y feliz! De esta
forma uno se convierte en un "Grial" a través del cual el espíritu
inmaculado de la Primera Causa Universal puede fluir e irradiar hacia fuera
para bendecir la vida en todas partes.
Siempre estoy tan agradecida a la Fuente
de la Vida—al Gran Dios Padre-Madre del Universo, por la
oportunidad de ser de la avanzada de Su amable Ser y de Su amable Complemento.
Siempre pido que a través de Mi radiación, Ser y Mundo, pueda magnificar al
Señor y magnificar Sus regalos para la gente de la Tierra o para los Reinos
Internos donde moro; magnificando siempre Su Gracia, Su bondad, misericordia y
Su Presencia Eterna. Para esto nací y tengo el Ser y por esto aún vivo para
ministrar a aquellos quienes deseen conocer al Señor. En ese
"conocimiento", tocando el borde de Mi vestidura, ellos encuentran la
liberación— la liberación de la mente, del cuerpo y del espíritu.
Hoy les traigo Mi vida, en el Nombre de
Mi Señor, la gloriosa Llama de la Curación desde el Corazón de lo Universal y
la poderosa paz que sobrepasa el entendimiento de la mente, así como también
todas aquellas virtudes las cuales tanto desean tener como una posesión
activa, para que ellas puedan ser un alimento espiritual para ustedes.
Les estoy dando estas bendiciones en virtud de que ustedes ya no
desean magnificar las cosas del mundo (las sombras de la creación humana) sino
que desean magnificar finalmente el esplendor de su Presencia y la gloria de su
Plan Divino, estando revelada la Maestría-Divina con dignidad y en Luz.
Amados seres, por muchas, muchas eras Mi evolución particular ha
tenido que ver con el poder del sostenimiento de la "Concepción
Inmaculada" tal como se usa la frase en el mundo Ortodoxo. Me gustaría tratar
esto brevemente antes de que comparta con ustedes algunas de las actividades
magnificentes que están tomando lugar esta noche. Les pido que sean Mis
huéspedes, entrando a estas Esferas Internas y allí conmigo usen sus propias,
dulces energías para ayudarnos en Nuestra Causa. Así que si ustedes son
indulgentes conmigo mientras hago una digresión durante un momento respecto a
ese tema que es querido a Mi corazón, proseguiré. Si escogen individualmente aplicar
este mismo poder de concentración, les traerá una gran liberación!
Su conciencia es su sala de trabajo; su
conciencia es la "copa" que es creada por todas las cosas que saben
y experimentan en los mundos mental, emocional, etérico y físico. Amados seres,
muchas de sus conciencias son como hogares que no han estado habitados durante
muchos años. Saben que esto se parece a las sillas cuando están cubiertas de
telaraña acumulada y cuando los diversos conceptos solidificados y los
pensamientos-formas de los años han echado raíces. La conciencia luego sólo
exterioriza eso que han aceptado mediante el uso, una y otra vez,
repetidamente. Ahora bien, vengo ante ustedes como una Madre para darle una
limpieza completa al hogar; para barrer toda esa conciencia solidificada de
aflicción, limitación, vejez, carencia financiera y para ayudarles a erigir un
nuevo hogar hermoso dentro del cual puedan invitar al Espíritu Crístico. Me
ayudarán ahora en esta alegre experiencia?
Fuente: Folleto “Memorias de la Amada
Madre María”, INEC, Pág.79
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