UNA MEDITACIÓN DE CURACIÓN
¡La dejo que cargue Su esencia curativa a través de mi corazón y cabeza
y manos!
Permito que Su Radiación alegre penetre ahora en cada parte.
Sature mi ser con la sustancia desde el Corazón.
Permítaseme ahora aceptar que cada llamada que hago sea escuchada;
A medida que mi necesidad es conocida, el amor en cada Maestro es estimulado.
De vuelta sobre la propia línea de energía que he consumido,
¡Al hacer la llamada, viene la respuesta!
¡Instantáneamente, es emitida!
Permítaseme aquietarme - muy quieto - y escuchar dentro.
Permítaseme sentir la corriente del Maestro, para comenzar a curar;
Invocando perdón por la causa de todo lo que está mal -
¡Viviendo de aquí en adelante en la luz,
canto la canción de la Victoria!
"¡Ven! ¡Oh, Maestro Jesús, ven! ¡Tráenos Tu alivio rápido!
¡Creo, Señor, creo! ¡Tu me ayudas a no ser incrédulo!
Poseyéndonos, permite que Tu gran conciencia de Verdad prevalezca;
¡Las llamadas del "YO SOY" son respondidas! ¡El Amor de Dios
NUNCA puede fallar!
***
(IMPORTANTE: Si el lector gentil realmente usa estas palabras y las
visualiza tomando lugar para él, el ímpetu construido le curará personalmente;
luego puede repetir la misma actividad, viéndolas tomar lugar para otros.
Trate! ¡Por favor, justamente, no lo lea y lo deseche! Use este
"tratamiento” y obtenga resultados manifiestos)
Revista La Palabra, INEC, Abril 1990
doy fe de ello, lo usé en varias oportunidades y funcionó maravillosamente, eso sí no me olvidé ningún día de hacerlo a la misma hora y en alguna oportunidad también lo hice dos veces al día todos los días
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