EL AMADO SEÑOR MAITREYA: 

Libre albedrío

 Marzo 1956

 “¡Amados seres, una parte integral de su ser individualizado cuando al principio fueron exhalados de la Primera Causa Universal era la libertad para usar la vida, vida dada a ustedes por el Padre que creó la fuente inmortal de la esencia resplandeciente en su corazón; vida a través de ustedes destinada a diseñar una porción del Reino de Dios, liberando dentro de su mente desde la gran Fuente Universal esas ideas que pudieran bendecir a la raza; invistiéndolas con su propio pensamiento; nutriéndolas mediante sus sentimientos y luego bajándolas hacia dentro de la esfera y reino en el cual ustedes moraban hasta que ellas se convirtieran en una bendición y un beneficio para toda vida!

¡Sin embargo, algunos de la humanidad habiendo recibido la libertad para usar la vida; habiendo tomado esa Inmortal Llama Triple; habiendo aceptado los centros de pensamiento y sentimiento como suyos, repentinamente, con el uso del libre albedrío, decidieron que ya no tomarían los impulsos de sus propias Presencias “YO SOY” sino más bien que ellos experimentarían con el pensamiento y sentimiento! ¡Al hacerlo ellos crearon cuadros imperfectos, energizados por los sentimientos y luego por su propio peso, estas creaciones fueron lanzadas a los mundos etérico y físico y las sombras y limitaciones comenzaron!

¡Ahora estamos tratando de invertir ese proceso! Estamos tratando de traer a la humanidad de nuevo a un punto en donde ya ellos no deseen experimentar ignorantemente o con intenciones viciosas con el uso de la vida; donde ellos lleguen a un punto en que se arrodillen delante de su propio Creador y en la privacidad de sus propias oraciones, pregunten a ese

Creador por qué razón a ellos se les ha dado la existencia; por qué razón a ellos se les ha sostenido durante las edades; por qué razón la vida ha sido vertida hacia y a través de ellos, creando cuerpo tras cuerpo, dando la posible asistencia de la purificación a través del Fuego Sagrado. Recibiendo esa razón, tales individuos usan la Presencia “YO SOY” para que les de el coraje, la fuerza, el entusiasmo y la constancia requerida para cumplir sus razones de ser; luego alegremente la escriben sobre el Libro de la Vida como una cosa de belleza y magnificencia en este mundo físico; o, si a ellos ya no les es requerido encarnar, la escriben sobre el Libro de la Vida en el reino en el cual actualmente moren.”

Revista La Palabra, INEC, Mayo 1989 Pág.11